Las compañías que están logrando volver a esquemas completamente presenciales tienen claro que los espacios corporativos tienen que alcanzar, al menos, estos tres objetivos:
- Promover la interacción, sin dejar de lado la posibilidad de mantener conversaciones privadas o de disponer de ambientes más tranquilos y silenciosos que faciliten la concentración.
- Integrar herramientas tecnológicas, entendiendo las necesidades reales de los usuarios. Los sistemas de gestión de ocupación de escritorios o cocheras o las apps de reserva de salas de reuniones, por ejemplo, mejoran la experiencia de los empleados y permite que se enfoquen en lo importante.
- Incorporar elementos de bienestar que contribuyan a la calidad de vida de los colaboradores. Los espacios verdes, las áreas de descanso y las zonas de recreación pueden ayudar a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo, creando un entorno de trabajo más saludable y productivo.
En Cushman & Wakefield acompañamos a empresas que entienden que las mejores estrategias de atracción y fidelización de talento comienzan con el diseño de los espacios de trabajo. Contactate con nuestro equipo de Project Management para que tus oficinas sean el lugar en el que todos quieren trabajar.