- El informe de Cushman & Wakefield, analiza los efectos económicos e inmobiliarios de los primeros 100 días del segundo mandato presidencial de Donald Trump
- La expansión fiscal y los recortes de tipos benefician a Europa
El real estate europeo resistirá el impacto de la incertidumbre en materia de aranceles y continuará su expansión, según un nuevo informe de Cushman & Wakefield que analiza los primeros 100 días del segundo mandato presidencial de Donald Trump. El escenario base actual de Cushman & Wakefield, que tiene en cuenta el entorno económico, las tendencias en cuanto a la inflación y los movimientos en los rendimientos de los bonos, prevé una recuperación más sostenida y un aumento acumulado de más del 9% en los valores durante los próximos dos años.
A comienzos de 2025, el contexto del sector inmobiliario se mostraba estable, con una demanda por parte de los ocupantes sólida, señales iniciales de mejora en la actividad inversora, y el Banco Central Europeo (BCE) inclinándose hacia una política monetaria más acomodaticia.
Pese al giro radical de la política económica estadounidense bajo la presidencia de Trump, la previsión de Cushman & Wakefield es que la eurozona y España mantendrán su resiliencia, con un crecimiento más lento en 2025 del que se había anticipado anteriormente.
El informe analiza las implicaciones en la economía y el sector inmobiliario, incluyendo los flujos de capital, los costes de construcción, los proyectos en desarrollo, los flujos comerciales, la actividad del crédito y los precios, y extrae conclusiones tanto para ocupantes como para inversores. Aunque la situación sigue siendo cambiante, el informe destaca varios puntos clave.
La expansión fiscal y los recortes de tipos benefician a Europa
El cambio de Europa desde una política de austeridad hacia una fiscalidad más expansiva representa un giro estratégico clave, con un mayor gasto público, incluido en defensa, que impulsará la demanda agregada y reactivará el crecimiento. También refuerza la competitividad europea a largo plazo mediante la modernización de sectores clave y la reducción de dependencias.Sukhdeep Dhillon, responsable de forecasting para EMEA en Cushman & Wakefield, afirma: “Con la inflación cerca del objetivo y más recortes del BCE esperados, es probable que las condiciones financieras sigan mejorando. Esto debería reducir los costes de financiación, estimular la inversión y el consumo, y respaldar el crecimiento impulsando considerablemente las perspectivas de la eurozona. Un entorno macroeconómico más favorable mejorará la confianza inversora, incrementando los flujos de capital hacia el sector inmobiliario europeo, así como la demanda en todos los sectores.”
Aumento de los costes de construcción: activos existentes se ven beneficiados
Los aranceles sobre materiales clave como el acero y el aluminio ejercerán más presión sobre los presupuestos de los proyectos, lo que probablemente lleve a los promotores a retrasar, reducir o cancelar proyectos menos viables. Los impactos variarán según el tipo de activo. Sectores como el industrial y los centros de datos, que han registrado mayores rentabilidades y un crecimiento de rentas más sólido, podrían absorber mejor estos aumentos. En cambio, sectores con márgenes más ajustados como oficinas y retail podrían experimentar retrasos o un giro hacia la rehabilitación de activos existentes en lugar de desarrollos nuevos.
Flujos comerciales y gasto en defensa impulsan la industria
El impacto de los aranceles sobre el inmobiliario variará por país y sector. La logística y el retail pueden enfrentarse a mayores costes operativos y de construcción debido al encarecimiento de materiales importados, lo que podría retrasar proyectos y presionar los márgenes. Sin embargo, el almacenamiento temporal de productos para evitar futuros aranceles puede generar una demanda puntual de espacios logísticos.
El aumento del gasto en defensa también podría beneficiar al sector industrial europeo, promoviendo la creación de empleo y la resiliencia económica, mientras que la expansión de departamentos gubernamentales y agencias relacionadas con la defensa podría aumentar la demanda de oficinas. Dado que el sector de defensa suele estar vinculado a la innovación tecnológica e ingeniería, esta inversión podría estimular la demanda de oficinas o laboratorios especializados en corredores tecnológicos.
Oportunidades para los inversores europeos
El reciente debilitamiento del dólar frente al euro podría moderar los flujos de capital estadounidenses hacia el inmobiliario europeo. Por otro lado, el cambio en el sentimiento global de riesgo ha favorecido la demanda de activos seguros y líquidos, como los bonos soberanos europeos. Si el interés se traslada hacia activos menos líquidos, pero también considerados seguros, el sector inmobiliario europeo podría beneficiarse pese al aumento en los precios de los activos. Los inversores nacionales también podrían aprovechar esta ventana para desplegar capital, mientras los estadounidenses reajustan sus estrategias globales.Dhillon concluye: “Las recientes fluctuaciones en los bonos afectarán al precio de los activos y al coste del capital. Sin embargo, esta tendencia podría invertirse rápidamente según la duración de los aranceles y el grado de incertidumbre. La inercia ya se estaba consolidando a inicios de año, con abundante capital dispuesto a ser invertido. A medida que se disipan las presiones inflacionistas y la política monetaria se vuelve más laxa, se espera que aumente la confianza en los mercados europeos de deuda y capital en la segunda mitad del año.”